” LA ESCUELA DE…

” LA ESCUELA DE “LYON” Y LAS TEORÍAS AMBIENTALES”

“LACASSAGNE (1843-1924),  a quien atribuye la máxima “las sociedades tienen los criminales que se merecen”.

LACASSAGNE contempló, también. la influencia criminógena de las condiciones socioeconómicas en su articulo “Marche de la criminalité en France de 1825 a 1880”, llegando a la conclusión de que, en términos estadísticos, existe una clara correlación entre os delitos contra o patrimonio y los cambios operados en las estructuras económicas. A su juicio, una representación gráfica del volumen y frecuencia de los primeros comparada con el crecimiento de los precios de ciertos productos de primera necesidad evidenciaría un paralelismo absoluto en las respectivas curvas, En un segundo trabajo publicado en 1882 – “La criminalité comparée des villes et de campagnes” – examinó la distinta incidencia criminógena de los factores económicos en la criminalidad urbana y en la rural; la comparación de las curvas de una y otra demostraría, a su entender, que existen, además, otros factores criminógenos, y que el fenómeno delictivo tiene, en cada caso, su propria etiología. La importancia trascendental que la Escuela francesa de Lyon atribuye al medio social no ha de confundirse con la teoria situacional de la criminalidad que profesa la Esculela Clásica.

Como advierte BERNALDO DE QUIRÓS, “no se trata de la teoría clásica de la ocasión; pues un mayor número de personas en quienes el sentido de la probidad está arraigado no sienten la tentación, y otras la sienten, mas la resisten y vencen. El vencido, en cambio, lleva siempre la huella por imperceptible que sea, de un estado morboso particular. Pero tampoco bastaría éste para el delito si el ambiente social no lo excitara. Por otra parte, a menudo, el extremo del lucro, exigido por los juristas para el delito, falta”.

Dicho de otro modo: para los clásicos, no existe diferencia cualitativa alguna entre el hombre delincuente y el no delincuente (principio de igualdad). El crimen es producto de un acto supremo de libertad individual (dogma del libre albedrío) y la concreta opción delictiva, explicable por factores estrictamente situacionales (la ocasión). La escuela de Lyon, sin embargo, reconoce un fondo patológico o estado morboso individual en el hombre delincuente, si bien asigna al mismo un rango etiológico muy secundario (predisposición) en comparación con la relevancia del “medio social” o milieu.”

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